Tras una actividad desarrollada dentro del marco de la innovación ciudadana se dan una serie de cambios que tienen que ver tanto con resultados fácilmente cuantificables (número de prototipos desarrollados, participantes de la actividad, satisfacción de las personas que han formado parte de ello, etc.) como con otros más difíciles de formular de manera numérica (crecimiento personal, adquisición de habilidades, empoderamiento de las participantes). Algunos de estos cambios son visibles a corto plazo y otros lo son a largo plazo.

Dichos cambios, se deben en parte a la actividad realizada y en parte a muchos otros factores externos: contexto vital de las personas, contexto social, político, etc.

Se entiende como impacto aquellos resultados que sean directamente atribuibles a la actividad. En la práctica, es muy difícil aislar este impacto y dimensionarlo, puesto que está embebido en el provocado por otros factores. En general, la manera más rigurosa de evaluar el impacto, es establecer grupos de control, algo que es prácticamente imposible de aplicar en la mayoría de contextos en los que se desarrollan iniciativas de innovación ciudadana. Por ejemplo: dada una iniciativa en un barrio concreto, no sería posible replicar de manera exacta la situación y contexto en otro barrio de la ciudad para establecer un grupo de control allí y evaluar la diferencia entre los dos barrios tras la iniciativa.

Civímetro está explorando evaluar el impacto a través de la percepción de los usuarios que han formado parte de la iniciativa.

La innovación ciudadana y sus dinámicas de experimentación son un campo que apenas ha comenzado a ser analizado y evaluado. Desconocemos cuáles son sus ciclos de desarrollo, pero podemos asumir con casi total seguridad que no serán los mismos que los de una startup o una institución cultural convencional. Esto limita la perspectiva que puede proporcionar Civímetro sobre el grado de desarrollo de un centro. También limita la capacidad de comparar la evaluación de dos iniciativas que estén en fases de desarrollo diferentes. A medida que la evaluación de la innovación ciudadana adquiera madurez, ganaremos conocimiento en este aspecto, pudiendo llegar a identificar y establecer los diferentes ciclos así como los propósitos o alcances esperados para cada uno de ellos.

El grado de heterogeneidad de las iniciativas de innovación ciudadana es muy alto, por lo que el listado de indicadores propuesto está incompleto y no abarca todo el espectro de actividades posibles. Se trata de una primera carta encima de la mesa para que, por un lado, se abra el debate con una base sobre la que construir, y por otro, se ofrezca la oportunidad a quien esté dispuesto a seguir profundizando, contribuyendo a definir esta lista de indicadores en beta permanente. Esperamos que esta guía sea útil para el objetivo principal de toda evaluación: medir y analizar para entender, aprender y optimizar actividades de innovación ciudadana.

El planteamiento de Civímetro no parte de una posición neutral. Cuando se decide medir algo y dejar otras cosas fuera ya estamos posicionándonos. En nuestro caso, partimos del planteamiento de que son las maneras de hacer de la innovación ciudadana las que proporcionan el medio necesario para alcanzar los objetivos marcados. En este sentido, las dimensiones propuestas son un posicionamiento hacia unas maneras de hacer concretas. Precisamente, Civímetro también tiene como objetivo evaluar estas hipótesis: ¿de qué forma y en qué medida las maneras de hacer de la experimentación ciudadana pueden tener un impacto positivo en la vida de la gente?